Este maravilloso camino que es vivir, nos presenta desafíos constantes en los que nos plantamos con todas las herramientas y capacidades que hemos podido desarrollar y basándonos en las experiencias que hemos adquirido.
Frente a las diferentes decisiones que tuvimos que tomar: ¿qué fue lo que nos ayudó a discernir? Cuando tuvimos que resolver un conflicto: ¿cómo lo afrontamos? Cuando el enojo nos abrumó: ¿qué hicimos para superarlo? Cuando tuvimos que emprender un proyecto: ¿qué fue lo que nos motivó?
Las respuestas a todas estas preguntas están relacionadas a nuestra inteligencia emocional, aquella que desarrollamos en casa y en el colegio, junto a nuestros grandes educadores que además de contenidos y competencias académicas y de pensamiento, nos ayudaron a desplegar, una capacidad fundamental para nuestro bienestar.
“Educar la mente sin educar el corazón, no es verdadera educación” decía Aristóteles.
Un proyecto educativo que busca la formación integral del alumno debe necesariamente considerar la educación emocional como parte fundamental de su currícula. La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que ayuda a potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral.
El Programa de Educación Emocional @ Michael Ham está diseñado buscando que todos los alumnos, desde Nivel Inicial hasta Secundaria, puedan conocer, desarrollar, desplegar y potenciar todas sus habilidades emocionales y éticas, para que puedan tomar decisiones que los llevan a la plenitud y a la búsqueda del bien común.
La educación en Habilidades Humanas persigue:
• mejorar la capacidad para vivir una vida más sana y feliz,
• aumentar las habilidades sociales y de relaciones interpersonales positivas,
• participar de manera activa en la construcción de sociedades más justas, solidarias y equitativas.
Para afrontar los retos del S XXI, es determinante la capacidad para alcanzar metas, cooperar de manera efectiva con los demás y manejar las emociones. Recientes investigaciones sobre competencias distintivas en el mundo laboral en puestos en liderazgo demuestran que sólo un 15% se relacionan al coeficiente intelectual (IQ) y habilidades técnicas pero un 85% a las habilidades emocionales.
La educación emocional toma entonces un lugar importante en la educación, sobre todo post pandémica:
- Porque es nuestra responsabilidad proveer una educación integral de la persona para una sociedad diferente.
- Porque la innovación educativa va de la mano del manejo de emociones y valores.
- Porque la educación en habilidades emocionales es un componente central de la calidad de la educación y del aprendizaje.
El programa de educación emocional está basado en el desarrollo de cuatro áreas (David Perkins, Inteligencia Emocional) :
- Self awareness (conciencia de sí mismo: conciencia de sentimientos y valores)
- Self management (autogestión: Autorregulación, adaptabilidad, capacidad de logro, positividad)
- Social awareness (conciencia social: empatía y conciencia grupal)
- Relationship management (gestión de relaciones: influencia, asertividad, resolución de conflicto, trabajo en equipo, liderazgo inspirador)
Para poder alcanzar nuestra misión, inspirados en nuestra espiritualidad, la educación emocional es fundamental y toma un lugar cada vez más primordial en la construcción de un mundo mejor.